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El futuro del periodismo...

El futuro del periodismo...

... no queda tan lejos, amigos. Visto en El Mundo Today. Y atención al malévolo entrecomillado:

“Los periodistas tienen que patear las calles, bajar a las entrañas de la ciudad y poseerla como si fuera una perra en celo pidiendo más. Y leñes, eso sé hacerlo. Llevo veinte años en la cuneta. Sé hacerlo como nadie”

Malas referencias

Malas referencias

Mi doble vida digital me quita tiempo para desarrollar mi ego aquí. Ya saben, ahora tengo que alimentar ese blog en el que sale mi cara en la portada. Insistí en que se retratara otra parte de mi anatomía, pero me miraron raro… Este post en realidad empieza seis asteriscos después de esto, pero lo más sabroso va en el medio, como en un bocadillo de jamón.

                                               ***

No crean que a pesar de tanto trabajo paso hambre. Ahora he vuelto a la dieta Chesterton. No es tan divertida como la del cucurucho, pero casi…

-Nuestra autoridad se basa en masas de detalles precisos –dijo-. Analiza una región en la que las cosas se pueden manejar y comprobar. Mi oponente admitirá al menos que la muerte es un hecho constatado por la evidencia.

-No de la mía – dijo Moon lúgubremente, negando con la cabeza-. No experimentado nunca nada semejante en toda mi vida.

G.K. Chesterton, El hombre vivo, Valdemar, 2005.

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El pasado domingo, la nueva defensora del lector de El País, Milagros Pérez Oliva, escribió en su artículo semanal sobre el delicado asunto de las noticias en la Red. Pongo un ejemplo para explicar la copla: un medio publica en Internet que el señor X ha sido imputado en un caso de robo; después, la justicia demuestra que X era inocente, pero el mismo medio le da una menor relevancia a este último episodio. Así, cuando alguien escriba “Señor X” en el Google, lo primero que aparecerá será una noticia titulada “El señor X es un mandante de mucho cuidado”, y esa será la referencia que predomine del tipo en la Red.

Pérez Oliva concluye que hay que establecer normas al respecto, sobre todo dando la relevancia que merecen a las informaciones que hablan del final de un cualquier proceso de este tipo. Y pone un ejemplo que, no me cabe duda, es un tirón de orejas al propio El País:

“En casos como la Operación Gürtel o las causas por corrupción urbanística, con decenas de presuntos implicados, deberíamos especificar quiénes quedan libres de cargos conforme avanza el proceso, y hacer una recapitulación final cuando, seguramente al cabo de muchos años, se produzca la sentencia”.

Este debate es muy interesante para la profesión, ya saben. Pero, aplicando el cuento anterior, a mi lo primero que se me ocurrió es buscar mi nombre en Google. Y descubrí que mi referencia es pésima, ya que aparece en cabeza esta misma dirección…

La imagen no tiene nada que ver con el texto, pero la ví en Prosopopeya Divagante, que mola mucho.

La esencia de la realidad

La esencia de la realidad

Últimamente no doy abasto con el trabajo, y no me da tiempo los miércoles de leer el diario del domingo. Por eso ahora leo mucho El Mundo Today, donde la información es más veraz de lo que parece. Por ejemplo, tiene titulares como: "Rouco Varela:’La vida de un bebé equivale a la de cinco linces", acompañados de infografías tan geniales como la de arriba. Eso es captar la esencia de la realidad.


Otros titulares para la historia:

Los Príncipes venden España a los Estados Unidos

TVE repite su último informativo “porque la gente no lo entendió”

Pastis y Buenri se pasan al jazz

 

A solas con Soraya (la del PP, no la de Eurovisión)

A solas con Soraya (la del PP, no la de Eurovisión)

Al pasado Congreso de Periodismo de Huesca acudieron a debatir Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del PP, y Leire Pajín, secretaria de organización del PSOE. Lo que no se ha dicho en ninguna parte es que, igual que acogimos al primo Chic, Soraya pasó la noche en nuestro piso. A Soraya la metimos a dormir en el sofá, por eso de que Chic es familiar directo, y ella nos tocaba el pie.

Por la mañana, Soraya se levantó antes que nosotros, pero como no le dejamos toalla, no se pudo duchar. Así que se puso a hacer el café, y cuando amanecí me lo tomé con ella. Le pregunté por las fotos de El Mundo, así para empezar por un tema suave.

Osc: -Buenos días Soraya Sáenz de Santamaría… ¿No te dio apuro lo de las fotos de El Mundo?

Soraya: -Lo importante es llegar al corazón del pueblo. Aquí he vendido a hablar de nuevas tecnologías…

Osc: -Precisamente, estoy pensando en agregarte al Facebook, pero solo si te pones de foto de perfil la de El Mundo…

Soraya: -Pesadito estás…Tengo 2.000 y pico amigos del Facebook; a veces quedamos a tomar cañas…

Osc: -¿Las pagas tú? Si es así, me hago del grupo…

 

Soraya y yo no congeniamos, así que apuró el café y se fue a preparar el power point de la conferencia del congreso. Mientras, descubrí que hay un grupo en Facebook con el sugerente título de  Soraya Sáez de Santamaría me pone cachondo/a’.

 

En la imagen, el posado para El Mundo.

 

La excursión del primo Chic

El primo Chic vino el jueves de excursión a Huesca. Vino al Congreso de Periodismo Digital. Lo acogimos como haríamos con cualquier otro familiar con similar grado de parentesco. Chic acudió al Congreso como congresista; yo acudí como trabajador. Cuando llegué a la puerta del recinto, sin duda por el espesor vital que acuso cuando me despierto antes de las 10.00, tuvo un diálogo bien bonito con las recepcionistas del evento:

Osc: -Buenos días, vengo del Heraldo.

Moza: -¿A qué vienes?

Osc: -A cubrir.

Moza: -¿A cubrir qué?

Osc: -Sí, a hacer las noticias del congreso.

Moza: ¿Cómo?

Osc: Pues eso, que vengo a esto, lo veo, y después escribo una noticia sobre el invento.

Moza: Aaah, ¿y qué quieres?

Osc: Pasar dentro.

Moza: Pues pasa.

Ya dentro me encontré con el primo. Lo quería entrevistar, pero huyó de mi grabadora como un tocino ante un saco en movimento. Después escribí la noticia, y por la noche nos fuimos a hacer una foto con Nacho Escolar, como ya es tradicional en esta cita. A Nacho se le cayó el vaso de la mano, pero no le pagamos ninguna copa, este año estamos pobres. Esta vez el primo no le comentó nada sobre Ernesto Ekaizer.

Al día siguiente, en la comida del Congreso, un estudiante anónimo de la USJ nos reveló una historia truculenta:

Estudiante anónimo: -Nuestro profesor de ética es un cura; y viene vestido de cura a dar clase.

Osc: -Jodo, ¿y cómo lo llevas?

Estudiante anónimo: ¿Te imaginas que un señor vestido de Pinochet te viniera a dar clases de derechos humanos? Pues lo mismo.

 

Viñetario

Viñetario

¡Tachán! Ya está aquí Viñetario, el blog de cómic de heraldo.es. Nos vemos (también) allí.

Autobombo sin compasión

Autobombo sin compasión

Mañana arranca Viñetario, un nuevo blog de heraldo.es, a cargo de servidor de ustedes. Compartiré plataforma con Sergio del Molino, entre otros, que ya ha desvelado el asunto en su página. Si les gusta el cómic, o sus aledaños, o simplemente quieren estar un poco al tanto de las curiosidades del mundillo, pasen y vean. Mañana dejo colgado el enlace aquí mismo. Para todos aquellos miles de fans -ejem, más o menos- que me leen aquí, tranquilidad, que este invento seguirá funcionando con más o menos frecuencia.

La imagen, resumen de lo que podría ser el espíritu del nuevo blog, vista en La Carcel de Papel.

Superhéroes de todo a 100

Superhéroes de todo a 100

“No son nuestros nombres o las ropas que vestimos lo que nos convierte en superhéroes. Lo que cuenta es lo que hacemos. Si nuestras acciones pueden ser definidas como heroicas en las mentes y los corazones de la gente. Ser un superhéroe real significa ir más allá de lo que se denomina deber. Es hacer lo necesario: salvar vidas y luchar contra el mal”

Impresionantes declaraciones recogidas en El País. Quien las hace no es un miembro de la Patrulla X, sino un tipo de Estados Unidos que se hace llamar Tothian, que dice tener como archienemigo a Osama Bin Laden.Aquí pueden ver la lista completa de héroes, con sus fotos y su declaración de intenciones.

En la imagen, Master Legend, héroe de chichinabol de Florida. Debajo tienen su vídeo promocional, que no tiene desperdicio.

 

Actualización 7-3-09: ¿No hubo un señor llamado Cervantes que imagino a un tipo así hace un montón de años?

La miseria del millonario (II)

La miseria del millonario (II)

Hace dos post comentaba Slumdog Millionaire, película triunfadora de los Oscar, etc. Hoy aparece en la edición papel de La Vanguardia (pueden leer aquí el eco que aparece en elpais.com) que los niños protagonistas, tras vivir en hoteles de 5 estrellas y conocer medio mundo, quieren vivir “en un lugar que no huela a excrementos”. Además, quieren dormir en una cama, no en el suelo. Y que no les peguen sus padres.

 

La miseria es dura de por sí, pero para estos chavales se ha convertido en una pesadilla tras haber conocido el “lujo” de la “civilización”. Dentro de unos años, seguro que se hará una película sobre estos niños de Bombay, traumatizados por el “choque de civilizaciones”: de dormir en una cama a hacerlo en el suelo, de un lugar higiénico a un pozo de mierda.

 

No estaría mal reflexionar sobre esto la próxima vez que salga agua de nuestro grifo y nos metamos en el catre con un edredón de plumas.

 

                                      ***

Esto no es precisamente alentador: ABC y su ERE. Esto no es un juego de palabras, es una putada.

Fin de semana loco

Fin de semana loco

El viernes por la noche vi ‘RocknRolla’, de Guy Richie. Es una película de mafiosos rusos, ladrones y yonkarras muy entretenida. Dispuesto a ser un ‘rocknrolla’ como los de la película, el sábado amanecí dispuesto a quemar el fin de semana en Huesca.

 El sábado, lo primero fue tomar un café a las 13.00, algo muy transgresor, para después ir a una exposición en la Diputación. Tras comer en un italiano, me fui para mi piso dispuesto a dar rienda suelta al despiporre y el desenfreno. Así que puse no una, sino dos lavadoras, una de ropa blanca y otra de color. Hubo un momento en que pensé en mezclar con la ropa blanca una camiseta roja, pero mi moral judeo cristiana me lo impidió.

Mientras la máquina separaba la roña de la tela, dí un paso más en mi descoque y me abrí un kinto de cerveza y puse música en el Spotify. Por un momento pensé en bajarme música, pero robar es pecado. Con los éxitos de Pizzicato Five –un grupo satánico, como todo el mundo sabe- de fondo, me dispuse a limpiar mi habitación y un poco el piso. Saqué el polvo y esas bolas que crían bajo la cama, y a las que a veces me da por poner nombre, si llevan más de un mes conviviendo conmigo.

Finalizadas las tareas del hogar, me dispuse a pecar mucho más leyendo ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’. Se trata de un texto de carácter diabólico en el que aparecen palabras como ‘Högklintavägen’, y que me ha hecho rebautizarlo como ‘Los hombres que no iban a Ikea’. Por lo demás está muy entretenido. Después vi ‘Promesas del Este’ y a dormir.

El domingo por la tarde, mientras otros se dedican al estudio y la reflexión, impunemente me dediqué a planchar y leer los periódicos. Parece una actividad tranquila, pero leí El Mundo y El País a la vez.

Nunca seré un ‘RocknRolla’.

La miseria del millonario

La miseria del millonario

El otro día fui a ver Slumdog Millionaire, triunfadora de los Oscar. Algunos han acusado de tramposo a su director, Danny Boyle (Traspotting), por ofrecer un espectáculo basado en la miseria. Es cierto que es un filme cautivador que parte de mostrar la pobreza de las chabolas de la India, pero uno piensa que a veces hay que ser entretenido para contar una realidad, y que vale más esa película que cien campañas de oenegés. Vayan a verla si tienen un rato y dinero en el bolsillo, que nada será perdido.

 

Los niños protagonistas de la cinta, tras los fastos de los Oscar, volvieron a sus barriadas miserables y fueron recibidos como héroes. Imagen de elpais.com.

 

Hoorror Google

Hoorror Google

 

“Después del atentado terrorista en 2014 contra el superordenador de Google, instalado junto al río Columbia, la falta de visibilidad en el lugar provocada por el humo no era nada comparada con la ceguera global que provocó la pérdida de todos los datos almacenados durante diez años. […]

 Durante meses el planeta vivió sumido en la ignorancia. Nadie quería aprender nada porque había desaparecido el diccionario, la referencia, el jerarquizador. Los escritores y periodistas no podían documentarse, y se negaban a escribir. Se perdió la confianza en las posibilidades del ser humano de conocer la realidad de las cosas, y los relativistas tomaron el control”.

                   Vicente Luis Mora, en Cultura|s, de La Vanguardia. Pueden leer el texto completo aquí, dentro de un mes.

Los grandes relatos de terror ya no se escriben durante accesos depresivos de literatos dipsómanos. Aparecen publicados de la mano de expertos en las secciones de economía y cultura de los diarios. En este caso, el cuento da susto, sobre todo para los que jugamos a aprendices de plumillas. ¿Cuántos párrafos se llenan al día en la prensa gracias a Google? Más de los que nadie se imagina.

                                 ***

Conclusión: lean Cultura|s, los miércoles con La Vanguardia, y siéntanse el ombligo del mundo culto y pop.

 

 

Interné es gratis (o casi)

Interné es gratis (o casi)

Hubo una época en que pensé que Interné era como el amor, que estaba en el aire. Tu encendías el ordenador, le dabas al wifi y, aú, a pillar la red del vecino. Con el tiempo comprendí que eso estaba mal, y que en la civilización occidental lo correcto era pagar por el servicio que uno recibe. Eso lo entendí el día que el vecino puso clave en su conexión y se jodió el invento. Ese día maduré mogollón.

Veo en Prosopopeya Divagante una historia similar, pero desde el punto de vista del vecino, con odio e inquina de por medio, que se refleja en la imagen de arriba.

(Lo suyo sería poner la imagen tras el texto, pero ya saben, con Blogia hemos topado)

                                                            ***

¿Hay un país más de pandereta que España? Sí. Uno en el que el primer ministro canta boleros, el jefe de la oposición dimite a la primera, y en el que un tipo se presenta al festival de San Remo cantando una canción titulada ’Luca era gay’, en la que habla de la reconversión sexual por la que aboga Benedicto XVI.

 

Escuchar al tocino gruñir fuerte

Escuchar al tocino gruñir fuerte

En Italia vimos un cerdo no volando, sino paseado por un pijo frente al Coliseo. Me recordó en cierta manera a Dr. Slump, donde se podía “escuchar al tocino gruñir fuerte”, con aquellos toques surrealistas del primer y más brillante Akira Toriyama. En homenaje va lo que sigue. ¡Tintintintikitikitin!

                                                           ***

Los habitantes de Villa Pingüino no entendían a aquel hombre venido de la gran capital, donde aseguraban que había cosas como semáforos, policías y otros inventos del demonio. El tipo, un esnob redomado, quería llevarse un cerdos como mascota y se fue a la granja más cercana a por uno de ellos.

Los cerdos lo miraron mal. El pijo se puso a elegir un animal de la piara, y estaba dispuesto a pagárselo al granjero, que en aquel momento orinaba contra la tapia del vecino, escribiendo su nombre en alfabeto cirílico. Mientras examinaba los ejemplares, el urbanita pisó una caca de cerdo y resbaló. ¡Pobre caca, murió sin previo aviso!

El pijo intuyó que su nueva fragancia podía causar furor entre sus amistades, pero no desvió la atención y, por fin, eligió a un cerdo. El aludido, al ser requerido por el tipo, expuso sus condiciones: un contrato fijo de 1.400 euros al mes, más un plus por objetivos. El urbanita no se esperaba aquella negociación, aunque el granjero ya le había advertido, a la par que se sacaba un moco, que sus animales leían Mi Cartera de Inversión mientras escuchaban a Bach.

El pijo trató de ofrecer al puerco una colaboración como becario durante el primer año, que podría extenderse después con un contrato como adjunto de mascota junior. El cerdo no accedió, y sacando su Kalashnikov, disparó hasta 16 veces sobre el hombre, al que no quedó más remedio que volver a casa con las manos vacías. Eso sí, el pie derecho le olía a mierda que mataba.

El granjero nunca encontró esposa.

                                                           ***

       Perdonen este despropósito.

 

Trabajar en vacaciones

Trabajar en vacaciones

He estado unos días por Roma, sobre estas líneas hay una foto de un paquistaní que vendía paraguas en la Plaza Navona. Durante 3 días, de los 5 que duró la visita, decenas de paquistanís aparecían en cuanto caían cuatro gotas para vender las ’umbrellas’ (ella ella, eh, eh, under my umbrella), a lo que, como buenos turistas, decíamos ’no, thank you’. Uno de los vendedores, como una maldición, nos dijo "el tiempo va a empeorar", y me reí, pensando en lo barato de su marquetin. A las dos horas tuvimos que comprar un paraguas, porque Roma casi se convierte en Venecia de la tromba que cayó. Y desde ese momento estoy convencido que un paquistaní es mejor que el Meteosat.

                                 ***

El primo Chic se ha cambiado de gafas. Quizás debería imitarlo, porque a la vuelta a Zaragoza, en la estación del Portillo, me lo encontré junto a Dani, y más bien Dani me encontró a mi, porque no los ví a pesar de sus contorsiones y saludos. Miopias aparte, la conversación en el tren vino a ser así:

Chic: Mira qué eres raro, lees La Vanguardía.

Osc: Pues anda que tú, con Público.

Dani nos miró raro. Los del oficio somos asín.

                             ***

Solución al ’asunto Minchinela’: Durante mis vacaciones se publicó en el Muévete un artículo firmado por servidor sobre ’Reflexiones de Repronto’, el videoblog del zaragozano Raúl MInchinela. Tengo especial cariño por este trabajo, que pueden leer aquí.

 

El blues del autobús

El blues del autobús

Visto en Escolar, hagan sus reivindicaciones aquí.

El ciprés

El ciprés

Lo plantó el abuelo de mi padre, que estima que rondaba los 100 años. No era especialmente alto, pero, en un horizonte sin sobresaltos, destacaba y servía de guía, más que la estrella polar que hace tiempo que nadie sigue. Era esbelto, elegante, majestuoso. Lo importante es que era parte de nuestro patrimonio sentimental.

El abuelo lo plantó en una época en la que, aunque el paisaje no era virgen, todavía se sentía respeto por él. No había mares de frutales. El terreno era escarpado, y se aterrazó para crear un vergel de almendras, olivas, mangranas, jinjoles, cerollas, y frutas cuyo nombre solo recuerdan los viejos. Dónde la tierra no acompañaba, se plantaron pinos, para dar sombra, y el esbelto ciprés no estuvo tan solo.

El progreso, o el pragmatismo del que no puede ser romántico, hicieron que aquel jardín sucumbiera a la lógica de la rentabilidad. Apareció una granja, la ladera se convirtió en escombrera, los pinos se talaron, la tierra llana pasó del cereal al frutal. La alargada sombra perenne resistió a la racionalidad, nadie se atrevió a cortarla, y quedó como recuerdo de otros tiempos y otras gentes.

No fue la mano humana la que lo tumbó. Fue el viento del pasado temporal, que arrancó sus seculares raíces de la tierra. El doctor dijo que no se podía hacer nada por él, y hubo que talarlo. El ciprés que venció a la lógica del progreso no pudo con el ancestral cierzo.

Ahora el llano lo echa de menos.

                                         ***

             A veces puedo ser sentimental. Pero sin abusar.

                                          ***

                   ¡Qué gran invento el Spotify!

Receta contra la crisis

Receta contra la crisis

Ni planes de rescate ni leches:

Aplicar chopped (a ser posible del Lidl) en bocadillo, de lunes a sábado.

Los dómingos, día del Señor, se puede variar por mortadela de olivas.

 

40 años en la azotea

Get back, get back, get back to where you once belonge... Lo cantaban hoy hace 40 años The Beatles, y lo he vísto aquí, vía Chic.

                                         ***

Si les gusta la música, ya tardan en descubrir Spotify, un programa para escuchar miles de discos sin descargarlos. La radio a la carta, pero de verdad. Va a tener mucho futuro, y puede ser de los primeros en usarlo, tras Escolar y Minchinela, instalándoselo desde aquí.

                                         ***

¿Por qué nombro tanto a Minchinela últimamente? La solución, espero, próximamente.

La pluma (y no estilográfica) de Tintín

La pluma (y no estilográfica) de Tintín

Desde que El Mundo de Pedro J. regala películas, mi vida ha cambiado. La semana pasada su Magazine publicó una foto erótico-festiva de Soraya Sáez de Santamaría que no me dejó dormir en dos noches. Era cerrar los ojos, y se me aparecía ella. Esta semana, la revista dominical trata de desmontar las nuevas teorías de que aseguran que Tintín es gayer, y lo hace poniendo trapitos sobre Alfredo Urdaci.

No hace mucho tuve que escribir un artículo sobre un polémico libro en el que Tintín se desvirgaba con Sofía Loren; parece que ahora las nuevas tendendias apuntan a que se lo montaba con el capitán Haddock. No soy tintinófilo, y en esto ni entro ni salgo. Pero que El Mundo, para desmontar la 'teoría de la conspiración' contra el periodista del tupé, tenga que disfrazar a Alfredo Urdaci del joven reportero, es rozar la paranoia.

Lo mejor, las declaraciones de Urdaci: "Ahora lo miramos todo a través de los genitales, y con el aparato reproductor se ve muy poco". Ponte gafas, Urdaci.