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OJOS DE MIOPE (El blog rural de Óscar Senar Canalís)

Despedida y cierre

Despedida y cierre

Este garito, que lleva abierto desde el 11 de septiembre de 2007, no da más de sí. Lo he pintado, he cambiado las baldosas del suelo, he puesto cortinas nuevas... Aquí se vive humildemente, algo que no me importaba dada mi condición y mi pereza natural. Pero oye, hace tiempo que me hablaban de nuevos lugares, y es hora de mudarse allí. Así que me despido de este blog.

Pero claro, aunque no actualice mucho, y me lea muy poca gente, no voy a dejar colgados a los cuatro que lo hacen. Así que, en encarnizada lucha contra la pereza he creado un nuevo blog, Ojos de Miope -autoplagio de mi propia columna en Heraldo- , que nace con la firme voluntad de ser lo mismo que este, pero en mejores condiciones... ¿Significa esto que escribiré más? No. ¿Qué será más bonito? A lo mejor tampoco. Pero bueno, quizás con la alegría del que no tiene tiempo ni para podar o coger melocotones -maldita sea, con lo que me gusta a mí-, algún rato sacaré para ir escribiendo vacuidades. Como decía cuando inauguré este chiringuito, vale la pena contar historias, que cumplan aquel dicho italiano que asevera que si non é vero, é ben trovato.

Por supuesto, el nuevo blog seguirá siendo, así lo deseo, el blog que leen los de Belver.

Para abandonar dignamente este corral, sí les voy a pedir un último favor a los pocos lectores que se pasan por aquí. Si son tan amables, en los comentarios a esta entrada, me gustaría que todos los habituales escriban un epitafio para oscarsenarcanalis.

El caso del robo de los chufladores anti jabalí y los huevos del emú

El caso del robo de los chufladores anti jabalí y los huevos del emú

Me dijo mi hermano que le habían desaparecido los chufladores anti jabalí de la Berlingo. Ya saben, esos silbatos de ultrasonidos que instaló Molés en el vehículo para auyentar a los animalicos que se te pueden cruzar en la carretera. Una rápida inspección visual nos permitió comprobar que, a la vista del buen estado del pegamento que quedaba en la carrocería, aquello había sido obra de la mano del hombre. Concretamente, de alguien que conociera la existencia de los chufladores. Una información que se podía leer aquí...

Dí que igual ha sido el viento o la humedad los que han hecho que se caigan solos. Pero oye, si alguien los ha visto, que de señales aquí.

 

***

Todo esto tuvo lugar en el contexto de una excursión por ese pueblo que es Belver. Fuimos a Valonga y, además de ver al podador de casta, vimos los emúes que allí tienen y los huevos verdes que ponen estos bichos... ¿Qué harán con estos huevos en el restaurante de Valonga?

Nunca seremos estrellas de la televisión

Nunca seremos estrellas de la televisión

De repente, tras recorrer la distancia entre la cocina y el salón para dejar los platos de macarrones en la mesa, a la que ella le esperaba sentada, se quedó paralizado. Sin soltar los platos, que sostenía en cruz como un cristo, le dijo:

- Nunca se hará una serie de televisón basada en nosotros. Es más, puedo afirmar que vivimos en la realidad, y que no somos personajes de ficción catódica.

Ella le miró sin pestañear. No abrió la boca, no hizo falta. Él se lo explicó.

- Vivimos y trabajamos en lugares con pasillos estrechos y bastante cortos. La ficción televisiva actual, desde House a Sálvame Deluxe -pura y dura creación de guión- tiene sus momentos álgidos en las conversaciones que transcurren en movimiento, bien por los pasillos de un hospital, bien en las cutres entrañas de los estudios de Telecinco.

- ¿Y estas reflexiones antes de cenar?

- Nada, que he leido lo de Del Molino en el Muévete, y como tenemos una agria polémica, me pico.

- En fin...

Chesterton me ilumina

"De él podía decirse, igual que de otros muchos periodistas conocidos, que la emoción con la que estaba más familiarizado era el miedo; el miedo a las demandas por libelo, el miedo a perder anunciantes, el miedo a las erratas, el miedo a ser despedido".

G.K. Chesterton, Los relatos del padre Brown, Acantilado, 2009.

Chesterton me vuelve a iluminar con su sagacidad al describir al director de un periódico.

La última sensación

Si uno es asiduo a los suplementos dominicales, cuando se habla de algún nuevo músico ibérico, se suele usar la expresión "la última sensación del indie español". A servidor, que gasta más bien pensamientos cenizos, cuando lee esta expresión le viene a la mente la impresión del que ve pasar su vida en imágenes ante la inminencia del estiramiento de pata.

Este interés morboso es fruto de saber de la existencia, aunque jamás lo he leído (pero la Elvira lo tuvo en sus estanterías) de un libro que recoge las últimas frases de grandes personajes de la historia. Supongo que, como es de esperar, esta "última sensación" no debe de ser precisamente 'indie' ni 'cool'. Una de las últimas frases de Stieg Larsson, cuando lo llevaban infartado camino del hospital fue: "¡Tengo 50 años, joder!". Y es que la última sensación no mola.

Canónico

Canónico

En Belver, si uno quería una tertulia encendida y de pasar la mañana, antes solo tenía que pasarse por la Elvira a comprar el diario y comentar, como el que no quiere la cosa, alguno de los asuntos que llevaban los papeles en portada. Ahora que la Elvira se ha jubilado y ha colgado en su puerta un cartel que reza "Estoy arriba, llamar al timbre", solo sirve tertulias de estraperlo. Es un servicio de polémicas en el mercado negro. Ahora dice que tiene Internet en casa, así que igual hasta lee esto y se arranca en los comentarios con alguna diatriba.

La Elvira, como distribuidora de material impreso, sabe de mi estima por la novela de misterio -que no es lo mismo que novela negra-. Entre otras cosas, por delante de mis gafas ha pasado el Canon Holmesiano. Se hacía inevitable ir a ver la película de Guy Richie, en principio para faltarla, como buen canonista.

Pero, oh, sorpresa, la cinta 'Sherlock Holmes', con alguna licencia, respeta bastante el personaje de Conan Doyle, incluso en su concepción de la justicia. Desde una historia original, lo agita un poco más de lo acostumbrado, pero solo potencia cosas que ya estaban allí, como la ironía o la acción, y se olvida de los viejos estereotipos de la gorra de cazador, un detalle que no nació de la imaginación del escritor, sino de los lápices de su ilustrador. Si es cierto que mete a un inexistente perro para que se escuchen en el cine un par de "¡Mira que majico el perrico!" y se olvida de sus adicciones. Pero una revisión del personaje ni debía ni podía perpetuar su faceta más seria y estirada. La película, con sus más y sus menos, es bien entretenida.

Puesto a ser canonista, ahora estoy enfrascado en la lectura de todos los relatos del padre Brown de Chesterton. Si pasan de vez en cuando por aquí, también sabrán mi devoción por este británico. La que leo ahora es la edición de Acantilado, muy apropiada para este texto "católico", ya que su papel roza lo bíblico e incluso tiene un marca páginas de tela rojo. Aleluya.

The little call of the love (La llamadita del amor)

The little call of the love (La llamadita del amor)

Un día cualquiera en la redacción de un periódico de provincias. El joven periodista ha publicado ese día sobre la plaga de la mosca del vinagre en Villatelampujo de Arriba. A través de la ventana de la oficina, el muchacho puede ver una pareja de jilgueros cantar y bailar claqué sobre la rama de un frondoso árbol. Pero no los ve, se está sacando un moco y busca la papelera más cercana para arrojarlo. Mira a un lado y a otro. Está solo. Trata de encestar la bolita mucosa en la papelera, pero falla y va a parar al suelo. Casi. Cuando se plantea repertir la jugada, suena el teléfono de centralita.

- Digamelón.

- ¿Jóven Redactor?

- Servidor.

- ¿Tú has escrito lo de la mosca del vinagre?

- Depende.

- Te llama el alcalde de Villatelampujo, que te quiere comentar no-sé-qué... ¿Te lo paso?

- No te dé la idea...

- ¡Te paso!

Joven Redactor aleja un poco el auricular del su oreja. Sea lo que sea, va a ser a gritos. En su mente se monta las dos versiones de la escena. En la primera, el alcalde le llama para felicitarle por su trabajo, que ha sacado a la luz la plaga de mosca del vinagre en Villatelampujo. Todo son buenas palabras, e incluso hay invitación a visitar el municipio cuando sean las fiestas, allá en agosto. Pero, tú y yo lo sabemos, esta del segundo tipo de llamaditas del amor.

- Oyeeeee...

- Buenos días, ¿qué quería?

- ¡Qué no lo has explicado bieeeeen, lo de las moscas! Que te dije que afectaba al melocotón, la pera y la manzana...

- ¿Y eso he puesto, no?

- Noooo, que no tenéis ni ideaaa. Has puesto, leo textualmente: "La plaga afecta al melocotón y otras variedades frutales..."

- Pues lo mismo, ¿no?

- Noooo, porque hay que nombrarlas tooodas, que si no parece que aquí solo hay melocotón, y aquí hay de todo, que allá en la capital no sabéis...

El muchacho escuchará durante una hora más las explicaciones del edil. Finalizada la llamadita, Joven Redactor solo saca algo en claro: jamás será invitado a las fiestas de Villatelampujo. Podrá vivir con ello.

Movida rural

Movida rural

Al final tenía que pasar, tanto va el cántaro a la fuente... En el Muévete de Heraldo (22-01-2010) ha salido publicado un ’Ojos de miope’ que bien podría pasar por un ’Soy más de pueblo que un arado’, y que se inscribe dentro de la agria polémica que mantengo con Sergio del Molino, compañero de suplemento con su sección ’Los Famas’. Les dejo con la movida.

’Dolores se llamaba Lola’ y otros éxitos del rock por los pueblos

“Fuiste la niña de azul en el colegio de monjas...”. Cualquier grupo de rock modesto - y no tanto- que quiera salir airoso de un ‘bolo’ rural deberá llevar bien ensayado este clásico de Los Suaves. Y es que, a menos que hablemos de músicos de cierto renombre, entre el público de cualquier actuación en garitos o salones sociales, siempre surgirá una voz que gritará aquello de “Tocad ‘Dolores se llamaba Lola”, con la aprobación general del respetable. Ante esta petición, se puede optar bien por tocarla, bien por mantenerse fiel al criterio artístico propio... Sin olvidar que ahí está el pilón.

El mítico tema de la banda gallega encabeza un hipotético ranquin, nada científico, en el que el segundo puesto sería para ‘En blanco y negro’, de Barricada, y el bronce se lo llevaría Reincidentes con ‘Vicio’. Temazos de melenas al viento, jarras en mano y empujones fraternales. En este trío se pueden introducir variantes según el perfil de la parroquia: ‘Entre dos tierras’, de Héroes; ‘Salve’, de La Polla Records; algo de Extremoduro... Si el cantante tiene dotes para la lengua de Shakespeare, o pocos reparos con la pronunciación, siempre se puede arrancar con ‘Smoke on the Water’, de Deep Purple; o con ‘Highway to Hell’ o ‘Back in Black’,de AC/DC. Desde el escenario, lo músicos asistirán a una improvisada competición de ‘air guitar’ al son de sus acordes.

Estas peticiones del oyente se cumplen si los asistentes se corresponden con el tipo de concierto del que hablamos. Porque, si al salón social se han acercado los mayores del lugar, lo demandado serán pasodobles o rancheras. Es difícil que la banda se pliegue a los clásicos de Rocío Durcal pero, si hay ganas de bailar, esas señoras del Facebook podrán mover el esqueleto con “sin vicio no puedo estar...”.

 

San Antonio 2.0

No me gustaría ser panceta la noche de San Antonio. Para ser precisos, no me gustaría ser panceta ningún otro día del año. Pero el día de la hoguera del Santo menos, porque es muy mala vida acabar asada en la parrilla sobre las brasas, ante la mirada hambrienta de la parroquia. 

Por lo menos, la panceta estuvo en la celebración. La Araceli no pudo este año, tenía examen el lunes, y por mucho que uno recé a San Antonio, es más fácil aprobar estudiando que de la otra manera. No es la primera vez que falta. Pero no por ello deja de ser menos doloroso. En mitad de la noche, mientras contemplaba las purnas al viento, vibró mi móvil.

Era un mensaje: "¡Viva San Antonio!". Asentí con la mirada en la pantalla, y me puse a comer panceta. Qué buena.

***
Mantengo una agria polémica con Sergio del Molino. Que conste en acta.

 

Soy más de pueblo que un arado. Capítulo 10: "Polémicas"

Soy más de pueblo que un arado. Capítulo 10: "Polémicas"

 

A diario, las tertulias radiofónicas y televisivas nos asaltan con agrias polémicas. Las hay políticas, sociales y, las que más nos ponen, personales. A lo mejor ves como se le hincha la vena a un tertuliano y piensas: “Eso es pasión; habla de un tema importante de verdad”. Pero no. En los pueblos, querido urbanita, las cosas van  más lejos. A lo mejor tú, allá en la capital, piensas que son tonterías, pero determinados intercambios de opiniones pueden acabar a hostias como panes en el mundo rural. Por que qué pasa en el Sindicato de Riegos puede ser más importante que la paz mundial, que por otro lado nos trae al pairo.

En alguna ocasión ya te he aleccionado sobre los pleitos, asuntos cargados de inquina personal. En esta ocasión, hablamos de temas generales, que afectan a la vida del pueblo. Vayamos al barro. Pongamos por caso que los kintos, en un momento de euforia, montan una carroza para las fiestas con un tractor. Qué muchachos más majos, piensa la población. Todo se tuerce cuando, borrachos como cubas, se estampan contra la fachada del salón social –el baile, para aclararnos- y la dejan en ruina. Ahí empieza la polémica. “Ah, son cosas de muchachos. ¡Quién no ha hecho lo mismo alguna vez!”, dicen unos, que, casualmente, coinciden con los familiares y amigos de los jóvenes. Otros, que si fueran sus hijos dirían lo mismo, montan en cólera. Así, no es de extrañar escuchar frases como “Pero qué ibas a esperar, conociendo a su padre… ¡Qué paguen la reparación de su bolsillo!”.

Pero el asunto no queda aquí. ¿Son los jóvenes los últimos responsables del desastre? ¡Nooo! En una polémica, el último responsable es siempre el Ayuntamiento. “La culpa es del alcalde, por dejarles hacer eso. Como se conoce que el Jonny es sobrino suyo, si no por los cojones se lo permite a otros…”. En esto siempre suele haber unión: la culpa, del Ayuntamiento.

Claro que, esto es un caso menor. Vamos a poner que los regantes quieren hacer una nueva acequia entubada para regar una zona de secano, contribuyendo así al desarrollo socioeconómico de la población. Qué buena idea, pensará el urbanita. Error. Pronto surgen las voces disidentes. ¿Quién la va a pagar? “Entre todos los regantes”, dirán unos. “Que lo paguen los que tienen tierras en ese secano”, dirán otros. ¿Por dónde va a pasar la tubería? “Por las tierras del vecino, ¡y que no me toquen los cojones!”, dirán todos al unísono. Y ya está el burro en las coles. Al final se hará, pero cómo dará que hablar en el bar.

A este mismo nivel de disputa estaría el sector ganadero. “Huele a purín que mata… Habría que prohibir la construcción de más granjas”, dicen los vecinos que no viven del campo y los visitantes. “¡Ah, que aroma a campo más bueno, y que no lo sepan apreciar. ¡Esto es salud!”, se escucha proclamar a los granjeros. Así con todo…

En la cultura, los debates tienen otro matiz. “En este pueblo no se organiza nada”, dicen algunos, a lo que otros les responden: “Pues hazlo tú”. “No, no, que si sale mal me ponéis a parir después”… Y nunca se hace nada. Pero, dentro de las polémicas culturales, quizá las más exaltadas correspondan a las fiestas patronales. “¡Menuda mierda de orquestas traen este año!”, exclaman todos en el bar. Por supuesto, la culpa es del Ayuntamiento. Por unanimidad.

 

Podadores de casta

Podadores de casta

Entre pitos y flautas, esto ya parece la gacetilla de Belver. El martes fui por allí tras mirarme la vista -atención fanes: próximo cambio de imagen a la vista- y, como es costumbre, acabé tomando el café con mi hermano en el Bar Musical La Bruja, Bar de Fermín para los amigos. A tiempo revuelto, ganancia de bares. Porque ya me dirán quién va a ir a podar melocotoneros con la lluvia y el frío de estos días; se está mucho más calentito en la barra con un carajillo. Pues allí estaba un podador de casta de Belver que me asaltó al entrar por la puerta.

- Oyeee, el otro día leí tu blog. Te pasas un poco con eso del arado...

-Bueno... Oye, ¿te dedico una entrada?

-No, no, no me jodas.

-Bueno, ya veré.

Ahí quedó el tema, y retomamos la conversación. Que si tu padre sí que sabe podar la Red Jim, que sí se planta mucho Summer Lady, etc, etc. Estos nombres que parecen de puticlubs de carretera son en realidad variedades de nectarina y melocotón, pero cualquiera diría que Belver está en el estado de California, allá en los USA.

A los de ciudad igual os parece que son terratenientes o, como la marca del Mercadona, hacendados. Nada más lejos de la realidad, el campo es duro y mal pagado. Si fuera un trabajo descansado y bien remunerado, yo podaría en lugar de escribir sandeces.

Clase de matemáticas

Clase de matemáticas

- [...] Y entonces dijo: "Pues bien, supongan que esta clase es una nación. Y en esa nación hay cincuenta millones en moneda. ¿Es una nación próspera? Chica número veinte, ¿no es esta una nación próspera y usted se encuentra en un estado floreciente?".

- ¿Y qué dijiste?

- Dije, señorita Louisa, que no lo sabía. Que pensaba que no podía saber si estaba en una nación floreciente o no, a menos que supiese quién poseía el dinero y si a mí me pertenecía algo. Pero eso no tenía nada que ver. Los números no decían nada de eso -dijo Sissy, enjugándose los ojos.

- Fue un gran error por tu parte -observó Louisa.

- Sí, señorita Louisa, ahora ya lo sé. Entonces el señor M’Choakumchild dijo que probaría otra vez. Y dijo que el aula de la escuela era una inmensa ciudad, y que había un millón de habitantes en ella, y que solamente veinticinco morían de hambre en la calle a lo largo del año. "¿Qué consideración le merece ese porcentaje?". Y mi respuesta fue, pues no pude pensar en otra mejor, que creía que para los que morían de hambre era igual de cruel que los demás fueran un millón que un millón de millones. Y también estaba mal.

Charles Dickens, Tiempos difíciles, RBA, 2009, pág. 114-115.

 

 

Frivolité de la década

El Magazine de La Vanguardia despedía el pasado domingo el año con una serie de artículos sobre cuáles han sido los principales cambios de la década que muere. Uno de ellos era el fenómeno de los licenciados ’low cost’. Esto es: los 00 empezaron con los mileuristas, y acaban con los jóvenes que anhelan siquiera rozar los mil euros de salario. Eso sí, una generación feliz entre muebles de Ikea y viajecitos con Raynair. Me suena de algo...

Para despedir el año y celebrar la ’enferméride’ del fin de década, les dejo con las que pueden ser las imágenes que más me han impactado de este 2009. ¿Obama? ¿Aminetu? ¿El Papa por los suelos? No. Michael Jackson. No en su muerte (Dios lo tenga en conserva), sino en su vida. Pude ver en ’Periferias’ el pase de su película ’Moonwalker’, que arranca con este vídeo que sigue. Atención, véanlo con detalle, y observen lo sobradico de ego que iba el colega. Y feliz año nuevo.

Por cierto, gracias a la web independiente de Belver, que me ha enlazado.

El chuflador anti jabalí

El chuflador anti jabalí

El pasado martes, que si llueve, que si no, nos fuimos con mi hermano al Bar Musical La Bruja a echar el café. Después fuimos al taller de Molés a buscar la Berlingo, que estaba de reparaciones tras un desafortunado encuentro con un jabalí La Berlingo lo pasó regular, peor parte se llevó el jabalí.

El caso es que allí estabamos, en talleres J. J. Molés. Y Molés me dijo:

- ¿Cómo llevas el blog?

-¿Cuál?

- El que leemos los de Belver...

- Ah, pues ahí está. Mira, ahora que lo dices, el próximo post te lo dedico...

En esas estábamos cuando mi hermano, escarmentado del jabalí, preguntó: "¿No tendrás unos silbatos de esos que sirven para auyentar a los jabalís?". "Precisamente tengo aquí un par". "Aú, pues si me los quieres instalar...". Y Molés se puso a ello. En esas llegó mi primo Jorge, y se pusieron a soplar para probarlos. No escuchamos nada, ergo, van bien, porque se supone que son de ultrasonidos.

Y salimos de Molés con los chufladores anti jabalí en la Berlingo. Y yo cumplo mi palabra.

Localismoak

Localismoak

En mis dos visitas a Vitoria -ciudad bonita-, el detalle que más me ha impactado ha sido la existencia de un 'Eusko Kebab' en la calle de la Cuchillería. Lo regentan dos pakistanís que más bien tienen poca cara de vascos, pero sus especialidades están ricas, ricas...

Síntomas de recuperación económica

Síntomas de recuperación económica

La situación económica ha mejorado en los últimos meses. Hemos pasado de esto a lo que ven. Lo más fuerte es que la imagen está tomada de una web de cocina, en la que aparece el bocadillo como una de las recetas.

***

¿Para cuándo consoladores Hacendado?

"Antes tenía la mopa gato"

El Mundo Today TV.

Quedar mal

-Creo que tenías razón.

-¿En qué?

-En eso que dijiste de que los periodistas tenemos un profesión en la que siempre se queda mal con alguien.

-¿Dije eso?

-Sí

-Debe de ser mentira...

***

Que raro es estar al otro lado... aunque sea en Aragón Musical.

Despliegue mediático

-¡Tíaaa! ¿Has visto los barracones que han montado en la plaza del mercado? Se conoce que son para lo del juicio de Fago, que van a venir un montón de medios de comunicación y los van a meter allí.

- ¿Sí? Ostía, pues igual vemos a algún periodista, como la María Patiño y por ahí.