El caso del robo de los chufladores anti jabalí y los huevos del emú
Me dijo mi hermano que le habían desaparecido los chufladores anti jabalí de la Berlingo. Ya saben, esos silbatos de ultrasonidos que instaló Molés en el vehículo para auyentar a los animalicos que se te pueden cruzar en la carretera. Una rápida inspección visual nos permitió comprobar que, a la vista del buen estado del pegamento que quedaba en la carrocería, aquello había sido obra de la mano del hombre. Concretamente, de alguien que conociera la existencia de los chufladores. Una información que se podía leer aquí...
Dí que igual ha sido el viento o la humedad los que han hecho que se caigan solos. Pero oye, si alguien los ha visto, que de señales aquí.
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Todo esto tuvo lugar en el contexto de una excursión por ese pueblo que es Belver. Fuimos a Valonga y, además de ver al podador de casta, vimos los emúes que allí tienen y los huevos verdes que ponen estos bichos... ¿Qué harán con estos huevos en el restaurante de Valonga?
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