Tan bonita y tan azul
Querido lector:
Tenía muchos post pensados para iniciar la semana. A parte del inexcusable y anunciado, uno de “Soy más de pueblo que un arado” y otro sobre la polémica inauguración del master del universo. Pero no va a poder ser. Primero, porque me dejé el portátil en el piso y no tenía ganas de pasar a limpio texto. Segundo, porque el tren regional de mi querida RENFE –tan querida como una enfermedad venérea- ha tenido un retraso de un par de horas, así que he llegado casi a media noche a Zaragoza. En fin, vayamos con el inexcusable, tiempo habrá para el resto.
He aquí que me despierto pronto para ir a por el nuevo El País. Cómo no, el quiosco estaba lleno de yayos en busca del reloj de regalo. El que menos se quería llevar tres, pero la quiosquera con gran criterio los ha mandado a paseo y ha atendido a los habituales. Recojo mi ejemplar y examino las siete diferencias. Primera impresión: no es para tanto. La tilde del título es muy bonita y muy azul. Por dentro, las fotos son más grandes, pero sin exagerar, y sigue habiendo texto como para aburrir. El diseño es elegante, muy limpio, el nuevo tipo de letra deja mucho espacio blanco… Todo muy pulidito, pero aburrido al fin. Mucho ruido y pocas nueces. Respecto a contenidos, es pronto, pero hay una ligerísima sacudida de caspa, si bien no ha caído ninguna vieja gloria, quizás el viñetista Máximo. Ahí siguen como cada domingo Javier Pradera, Santos Juliá, Soledad Gallego-Díaz y Joaquín Estefanía. Como el primo Chic , yo también me he sorprendido leyendo “Economía” sin darme cuenta, maldita reorganización de secciones.
El diario muy bonito, pero El País Semanal…No he visto cosa más horrorosa en la prensa. Qué diseño más patatero, más difícil de leer, más mal organizado; qué letra más horrible. Creo que deberían haber regalado un manual de instrucciones para la adecuada lectura. Lo único que lo ha salvado un poco ha sido la entrevista de Millás a la Vicepresidenta Fernández de la Vega. Y no ha habido sorpresas: ahí estaban Maruja Torres -¡jubilación ya!-, Javier Cercas –errático desde hace tiempo-, Rosa Montero y Javier Marías –nada que alegar-. Qué feo le queda a Marías este marco.
¡Ah, y el reloj! Pues era de tan baja calidad como se esperaba, plástico puro. El diseño está bien, pero a ver quién es el agudo que se lo pone sin sentirse ridículo al ver a quince yayos a su alrededor con el mismo reloj.
Tan bonita y tan azul.
5 comentarios
Lonia -
oscar -
Gema -
oscar -
Lo de la poesía lo veo difícil...cuando escribas tú una me lo planteo.
Chic -
Por cierto... ¿tu has entendido el gráfico del tabaco?
Ahora nos debes una poesía.