Anarquista, liberal y de derechas
La arena histórica de Gran Scala, o una plaza de toros con toreros vestidos de romanos y leones
Hoy sí que sí. Hemos ejercido de periodistas con todas las de la ley. Con acreditación y todo. Incluso con zapatos, que la ocasión lo merecía: presentación mundial en exclusiva-agárrate-al-camal de Gran Scala. Vamos, lo que vienen siendo Las Vegas monegrinas.
El acto se ha celebrado en la sede del Gobierno de Aragón. Allí estaba el presidente de Aragón (Marcelo para los amigos), el vicepresidente José Ángel, los popes del negocio del juego… Todos con el empeño de camuflar unos casinos con no-sé-que historia de unos parques temáticos surrealistas. Uno de los magnates ha dicho sin querer lo que todos pensábamos: “es un proyecto increíble”. Literalmente: no se lo cree ni Dios. Pero bueno, todo sonaba muy bonito, oye, y los Monegros parecían Irlanda de lo verde que salían en los vídeos de promoción. Además los inversores eran extranjeros, que eso da siempre mucha confianza. Incluso hablaban en inglés.
Pero la exclusiva no me la han dado los políticos, no. Un señor bastante majo, a la par que ebrio, me ha dado una primicia mundial. Voy a mantener su nombre en el bicarbonato porque así me lo ha pedido. El señor, inspirado por el champán, me ha confesado que se iba a presentar a las próximas elecciones con el partido “Anarquía Liberal de Derechas”. Toma castaña. Y el señor todo convencido: “Sí, sí, somos un partido muy realista. Por eso vamos a crear el Ministerio de la Corrupción”. Yo le decía que sí con la cabeza y mi mejor sonrisa. “Tú eres muy majo, chaval… ¿No querrás un puesto en el nuevo ministerio?”, me suelta. A mi estas oportunidades no se me presentan todos los días, así que no me he negado: “Pues no me importaría tener una subsecretaría, la verdad”. Y el señor, con una vertical más que dudosa, me ha dado su tarjeta para que lo llame un día.
Aquí la tengo, delante de mí. Mañana igual lo llamo, que esto del periodismo no sé si me dará tantas rentas…
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